Fluidez significa saber leer con precisión y rapidez. Los lectores fluidos son capaces de leer a un ritmo natural y con expresión, como si estuvieran hablando.
Leer con expresión significa utilizar voces diferentes para los personajes, leer con emoción si hay un signo de exclamación e intentar leer con la misma voz que utilizas cuando hablas con un amigo.
A los niños que leen con precisión, rapidez y expresividad les resultará más fácil entender lo que leen porque no se atascarán en pronunciar las palabras. Desarrollar la fluidez es como desarrollar un músculo: se necesita práctica y leer muchas veces para fortalecerlo y hacerlo más rápido.
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Consulta estos consejos de All About Reading para saber cómo ayudar a tu hijo a pronunciar las palabras en lugar de adivinarlas cuando se encuentre con una palabra que no reconoce. Cuanto más practiquen, más fluidos leerán.
Es importante ayudar a los niños a evitar demasiadas frustraciones cuando intentan leer. Esto significa encontrar un libro que puedan leer cómodamente y que ofrezca sólo un pequeño desafío. En otras palabras, usted quiere que su hijo sea capaz de leer cómodamente la mayoría de las palabras que ve. Los libros de lectura temprana con dibujos y fuentes grandes son buenas opciones. Aumentan la confianza y el entusiasmo de los niños cuando se dan cuenta de que pueden leer su libro.
Mientras lee un libro a su hijo, pídale que repita una frase de la historia después de que usted la haya leído. Deje que practique para que su voz suene natural y cambie el tono cuando termine la frase. Si un personaje de la historia habla, modele su forma de hablar y pídale que repita después.
Una lectura a coro es cuando usted y su hijo leen al mismo tiempo, ¡como los cantantes en un coro! Elija un párrafo de un cuento y deje que su hijo practique la lectura fluida con usted.